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jueves, 28 de agosto de 2008

Como homenaje a Archibald Dickson y a los marineros del Stanbrook y de todos los buques que ayudaron en las evacuaciones

Con el propósito confeso de homenajear al capitán Dickson, patron del "S.S. Stanbrook" y a todos aquellos que dieron su vida en sacrificio solidario y altruista por los demás, he construido esta entrada con el permiso (eso espero) de la página http://www.alicantevivo.org,/ (con licencia "Creative Commons") , de donde voy a tomar en préstamo algunos extractos de un par de artículos publicados por Arturo Moreno en este excelente sitio web (ver http://www.alicantevivo.org/2007/06/alicante-en-el-recuerdo-el-final-de-la.html). El texto se refiere íntegramente a la huída final de los republicanos desde los puertos levantinos y hace alusiones extensas al buque "S.S. Stanbrook", incluyendo testimonios de refugiados que se encontraban embarcados en el carbonero británico. Dice así:

"A lo largo del mes de marzo de 1939, habían conseguido salir del puerto alicantino los barcos «Winnipeg» y «Marionga», con un número indeterminado de exiliados; el 12 de marzo lo hizo el «Ronwyn» con 716 pasajeros (mercante inglés con matrícula de Malta) y el 19 de marzo el «African Trader» (carbonero inglés que arribó al puerto de Orán), con 859 personas. Los barcos pertenecían a France Navigation y la Mid. Atlantic Co., navieras con las que el gobierno de Negrín tenía firmados contratos para el abastecimiento de la zona republicana. Está también constatado, aunque es difícil de cuantificar, la partida de numerosos barcos pesqueros desde los puertos de El Campello, La Vila Joiosa, Santa Pola y Torrevieja. Después del golpe de Estado de Casado y la huída de Negrín, su gobierno y altos dirigentes comunistas, a partir del 27 de marzo se produjo la desbandada final, con una caótica avalancha hacia Alicante de decenas de miles de fugitivos, muchos procedentes de Valencia, con la esperanza de encontrar barcos para el exilio, a los que aguardaron en agónica espera de esos barcos. Pero el 28 de marzo de 1939 sólo había dos barcos atracados en el puerto de Alicante, el «Stanbrook» y el «Marítime». Mientras que en el primero embarcaron todos aquellos a los que el barco pudo admitir (más allá incluso de lo razonable), en el «Marítime» sólo embarcaron 32 personalidades republicanas de la zona, dejando ya en los muelles del puerto a una multitud desesperada, atrapados en la ratonera del puerto alicantino. Todavía hoy debemos preguntarnos qué impidió que otros cientos de compatriotas pudieran exiliarse en el «Marítime»".

"El «S.S. Stanbrook» era un pequeño barco carbonero, de 1.383 toneladas, construido en 1909 y remozado en 1937. Parece ser que su verdadero propietario era la Cía. France Navigation, creada por la República Española con el apoyo logístico del Partido Comunista francés. Por motivos de seguridad el barco viajaba con distintas banderas en tareas de abastecimiento de la zona republicana. El barco fue fletado por la Federación Provincial Socialista de Alicante para organizar la evacuación final. Cuando a las 23 horas del día 28 de marzo Archibald Dickson, capitán del «Stanbrook», ordenó levantar las amarras, «el barco iba lleno hasta el palo mayor. En todos los lugares había alguien; en las bodegas, en el puente y sobre el techo de las cocinas y las máquinas; la línea de flotación estaba sumergida y se empezaba a levantar el ancla. Seguían llegando por miles los desesperados que no cesaban de gritar o llorar...» (Testimonio del dirigente socialista Cruz Merino). Con 2.638 pasajeros a bordo (2.240 hombres, 398 mujeres y 147 niños, de los cuales 15 eran recién nacidos ) el «Stanbrook» inició una singladura con rumbo a Orán, zarpando de noche para eludir el bloqueo de los barcos franquistas Canarias y Vulcano y navegando "en zig-zag por encima de la línea de flotación". Con una astuta estratagema, Dickson y su valiente tripulación lograron engañar a los aviones que empezaron a bombardear el barco mercante con bandera británica a la salida del puerto. Y de la misma manera, y con la protección de barcos de guerra británicos logró seguir su camino hacia tierras africanas, evitando el ataque de barcos de guerra italianos. El viaje duró dos días, y nadie puede imaginar las historias que allí se vivieron y contaron, los sueños que se rompieron, las lágrimas que se derramaron por las familias divididas...".

"El barco arribó al puerto de Orán el día 30 de marzo, anclando a la entrada del puerto sin atracar en los muelles, hasta el 6 de abril, día que amarró en el muelle Ravín Blanc, pero aislado del resto por alambradas y soldados senegaleses. Las autoridades francesas no autorizaron el desembarco de los refugiados, añadiendo en el caso del «Stanbrook», una enorme cota de dramatismo, debido al hacinamiento y las imposibles condiciones de vida de estos miles de expatriados dentro del buque. Si bien en los primeros días fueron desembarcados mujeres, niños, enfermos y ancianos, por increíble que parezca, estos miles de expatriados tuvieron que sobrevivir (en gran parte debido a la solidaridad de los españoles de Orán y de las organizaciones humanitarias internacionales) sobre los muelles del Orán durante treinta días más, hasta que por fin se autorizó el desembarco. La alteana Ventura Martí Pérez fue una de las últimas personas que zarparon desde Alicante el 28 de marzo de 1939 hacia el exilio a bordo del barco inglés «Stanbrook» huyendo de las tropas de Franco, cuando faltaban tres días para que se diera por finalizada la Guerra Civil. Ventura, de 89 años, recuerda con absoluta lucidez aquellos días trágicos de su existencia «porque teníamos miedo a morir. La subida al barco y la travesía hacia un lugar desconocido entonces para nosotros fue una auténtica odisea porque el barco iba escorado por el exceso de peso, estábamos todos apiñados, apenas teníamos comida, y existía el miedo a ser hundidos por los submarinos alemanes o por los aviones que nos sobrevolaban». En aquellos días, la joven y atemorizada alteana de 26 años, con un hijo creciendo en su vientre, y con una pequeña lesión en el corazón, que todavÍa le perdura en la actualidad, sacó «fuerzas de donde no las tenía para salir de España donde ya habíamos perdido nuestras libertades y buscar un país libre en el que mi hijo pudiera vivir sin mordazas». Para Ventura Martí, el recuerdo del «Stanbrook» estará siempre en lo más profundo de su corazón, pues, aunque sólo estuvo un día a bordo, «con la noche más larga de mi vida fue muy importante para mí». De sus recuerdos, Ventura MartÍ dice que llegó a Alicante con el tiempo justo de subir al barco «con apretones y empujones», y cuando zarpó «me entró una gran pena de ver que el puerto seguía abarrotado de gente que no había podido entrar en el barco». Según relata, el barco tomó rumbo hacia Valencia «para despistar al enemigo, nos dijeron», pero cuando llegaron frente a la costa de Altea «con el sol poniéndose por Puig Campana mientras sus rojizos rayos iluminaban a mi pueblo y nuestras esperanzas» cambió de rumbo hacia alta mar. Cuando divisaron al día siguiente las costas africanas, supieron que desembarcarían en Orán, «pero antes no nos habían dicho nada, y yo estaba dispuesta a irme a América si hacía falta». En Orán trasladaron a los exiliados a una antigua cárcel con funciones de albergue. La ilicitana Helia González tenía cuatro años cuando su padre, Nazario González,(el que fuera presidente de Acción Republicana Democrática Española) partía el 28 de marzo de 1939 desde el puerto de Alicante en el «Stanbrook». «Aquello es algo que no se te olvida. Salimos en un barco de carga que llevaba 2.638 pasajeros. Estaba tan abarrotado que mi madre, mi hermana y yo tuvimos que entrar por una ventanilla», comenta. Para el viaje la madre de Helia sólo llevaba un pequeño maletín con ropa interior y unos cubiertos de alpaca bañados en plata «por si acaso». Ese «por si acaso» al que aludía su madre era por si en una situación de extrema necesidad había que vender los cubiertos para obtener dinero. «El viaje lo tuvimos que hacer subidos encima de un baúl en la cubierta. Yo intenté ir a orinar y no pude llegar a ningún aseo. Hasta el segundo día por la mañana no nos desembarcaron, pero lo hicieron sólo a las mujeres y los niños. Así que nos separaron de mi padre, ya que a nosotras nos llevaron a una especie de colonia de vacaciones», explica. Nazario González estuvo «desaparecido» varios días hasta que pudo reencontrarse con su familia...".
La primera de estas cuatro fotografías es sobradamente conocida y figura en decenas de publicaciones y cientos de páginas sobre la guerra civil y el exilio. Sin embargo, no fue realizada --como muchos creíamos-- pocas horas antes de que el carbonero capitaneado por Archibald Dickson zarpara del puerto de Alicante. En realidad, la instantánea fue tomada en el muelle del puerto --entonces francés de Orán, en el que el buque permaneció retenido y custodiado varios días a la espera de que las autoridades coloniales francesas autorizaran el desembarco de todos los refugiados republicanos y antifranquistas.

Una nueva imagen del "Stanbrook" retenido con su pasaje y tripulación en el puerto de Orán, extraída en este caso de un archivo francés.
Esta imagen --custodiada en el Archivo Municipal de Alcoy--, ha sido extraída de http://comunidad.diarioinformacion.com/servicios/galeriaFotos/inf/guerraCivil/mostrar_fotos.jsp?pIndice=1 y recoje supuestamente un instante de la estancia del "Stanbrook" en el puerto de Alicante, en el momento de zarpar, si bien en el blog "D'un temps, d'un país..." de Ángel Castanyer se indica que la fotografía correspondería a la llegada del Stanbrook al puerto de Orán (ver http://www.gragel.net/museuimaginari/blog/?page_id=258).

Esta última fotografía ha sido extraída del artículo arriba mencionado de Arturo Moreno publicado en http://www.alicantevivo.org/ y lamentablemente no figura ningún dato relativo a la misma, ignorándose el puerto (¿Alicante? ¿Orán?) y la fecha de realización de la instantánea.