Siguen este blog

lunes, 31 de agosto de 2009

Imágenes de prisioneros en "La Vanguardia Española"

Como en el resto de los medios de comunicación (ver la entrada anterior dedicada al diario "ABC"), la victoria local de los sublevados en Barcelona provocó desde febrero de 1939 la persecución, detención y depuración de los periodistas comprometidos con la causa republicana. El rotativo "La Vanguardia" --que había sido fundado por los hermanos Godó en 1881 y que se había mantenido fiel al espíritu de la burguesía catalana liberal y moderna de las primeras décadas del XX-- no fue una excepción y vio como las nuevas autoridades detenían y encarcelaban a muchos de sus redactores, fundamentalmente a los que se habían hecho cargo del diario una vez que, sucedido el golpe de Estado, el periódico fuera requisado por el Gobierno autónomo catalán de la Generalitat en julio de 1936.

A pesar de haber recuperado la propiedad de la empresa, la familia Godó fue presionada por los vencedores, consintiendo éstos en autorizar la publicación del diario, sólo si los propietarios asumían un cambio obligado en la cabecera del medio y una nueva Dirección impuesta por los victoriosos sublevados.

Así, el rotativo barcelonés pasó a llamarse "La Vanguardia Española" y una nueva dirección y un nuevo equipo de redacción ajeno a los Godó y fiel a los postulados ideológicos de los sublevados victoriosos comenzó a publicar sus mensajes evangelizadores de la nueva España. Luis Martínez de Galinsoga y de la Serna, periodista y candidato a las elecciones de febrero de 1936 por el partido antirrepublicano Renovación Española y hasta mayo de 1939 director del "ABC" sevillano, fue nombrado nuevo director de "la Vanguardia Española" por Ramón Serrano Suñer, ministro de Gobernación del gobierno franquista y cuñado del dictador Franco, el cual encargó a Galinsoga la castellanización expresa del periódico y su alejamiento de perversas influencias regionalistas.

Siguiendo las consignas políticas de Galinsoga, también los nuevos redactores del rotativo barcelonés se avinieron con entusiasmo de nuevos conversos a la "ética" y a la estética fascista y franquista, convirtiendo al diario --el más leído y vendido en Cataluña-- en instrumento de cohesión y coerción, amedrentando, catequizando y manipulando sin rubor a sus lectores. Entre las técnicas más usuales para ello, Galinsoga y sus redactores denigraron, vilipendiaron y ridiculizaron a los republicanos vencidos, presentándolos frecuentemente en sus textos como bárbaros desarrapados, incultos y malévolos. En los pies de foto que acompañan a la página de "La Vanguardia" que aquí reproduzco, está ausente ese tono insultante que sin embargo sí está presente en páginas anteriores y posteriores del día de la fecha --30 de abril de 1939-- y en días previos y sucesivos.


Las imágenes de esta página proceden de la Hemeroteca Digital de "La Vanguardia" http://www.lavanguardia.es/hemeroteca/ y en ellas puede verse a una nutrida tropa de prisioneros, agrupados en forma de batallón de trabajadores forzados, reparando puentes en las carreteras de van de Barcelona a Gerona y de Gerona a Bañolas, y todo ello bajo el sugerente título de "Los puentes que los rojos destruyeron", frase que en las ardientes y regocijadas mentes de los fieles seguidores franquistas debía terminarse con la coletilla "que los reconstruyan los rojos".

Post scriptum:

a) Luis Martínez de Galinsoga y de la Serna fue destituido por el propio Franco el 5 de febrero de 1960, para acallar el escándalo público que estalló en Barcelona al pronunciar públicamente el periodista la frase "todos los catalanes son una mierda", tras asistir éste a una misa cuya homilia se impartió en catalán. Sin embargo, Franco lo mantuvo como procurador en Cortes --por designación directa del Jefe del Estado-- hasta 1964.

b) La utilización de mano de obra esclava de antiguos republicanos fue una constante en los trabajos de construcción de postguerra, como ya ha quedado acreditado en diversas entradas de este mismo blog. Llama la atención, sin embargo, el talante mesiánico con el que los ingenieros de caminos, canales y puertos enfocaron esta labor, como puede verse en su revista http://ropdigital.ciccp.es/pdf/publico/1936/1936_1939_numeroespecial_13.pdf y en el número especial editado con motivo de la finalización de la guerra http://ropdigital.ciccp.es/public/directorio/directorio_articulos.php?anio_ini=1930&anio_fin=1939&anio=especial_1936_1939 .