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viernes, 31 de julio de 2015

Mienten como bellacos los extremistas piomoascesarvidales de turno cuando hablan del Valle: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 212

Ofenden a la inteligencia los nostálgicos del pasado, los que añoran generalísimos en el Pardo y golpes de autoridad en las calles, cuando acusan de mentir a quienes hablan del trabajo forzado en la España de postguerra y de faltar a la verdad a los que sostienen, sostenemos, que decenas de miles de españoles fueron convertidos en esclavos por la dictadura franquista para construir presas, arreglar carreteras, rehabilitar conventos, reedificar iglesias y horadar las montañas para practicar en ellas túneles, criptas y santuarios.

Esclavos forzados republicanos, durante una visita de autoridades a Cuelgamuros para supervisar la marcha de las obras del Valle. Fotogramas que he congelado proceden de "1939-1940 Vencedores y Vencidos. Los años del NODO".

De todo ello he hablado profusamente en esta página de TODOS LOS ROSTROS.


Los predicadores de la tiranía sostienen desde sus púlpitos radiofónicos y televisivos en COPE, Intereconomía e Intercontinental que los forzados no lo eran, que trabajaban voluntariamente para redimir pena y que estaban entregados y comprometidos con su trabajo, por el que además percibían una remuneración.
 
Esclavos forzados republicanos, durante una visita de autoridades a Cuelgamuros para supervisar la marcha de las obras del Valle. Fotograma congelado procedente de "1939-1940 Vencedores y Vencidos. Los años del NODO".


Manipulan como canallas estos embusteros precursores de una intervención agresiva de los poderes fácticos en la sociedad. Omiten que los presos actuaban bajo coacción y por un miedo insuperable, ya que una gran parte de sus compañeros republicanos represaliados habían sido asesinados; silencian que estaban secuestrados por los traidores armados franquistas contra su voluntad; callan que el tiempo redimido --un día de condena por dos de trabajo-- era como consecuencia de una pena ilegal impuesta por una pantomima de tribunal durante el curso de una farsa a modo de juicio; escamotean el dato de que si el republicano prisionero hubiera sido un hombre libre en una sociedad democrática y no franquista, de haber trabajado en las obras lo habría hecho como un profesional remunerado, en condiciones dignas de seguridad y bajo contratos supervisados por autoridades laborales justas; esconden que los esclavos republicanos eran asignados como ganado a contratas privadas que percibían generosos ingresos por las adjudicaciones de obra pública y por las que cohechaban con jugosos sobornos a los adjudicadores; y eluden mencionar que sólo una mínima fracción del supuesto salario que abonaba la contrata llegaba al forzado, ya que más del 90% de la misma era retenido por el Patronato para la Redención de Penas en concepto de gastos de mantenimiento y cobijo del esclavo republicano.
 

Ampliación de la fotoanterior, en la que se ve con más detalle aunque en muy baja resolución a un grupo de esclavos forzados republicanos, durante una visita de autoridades a Cuelgamuros para supervisar la marcha de las obras del Valle. Fotograma congelado procedente de "1939-1940 Vencedores y Vencidos. Los años del NODO".



Los extremosos derechistas siempre sacan a relucir el Valle de los Caídos como buque insignia de su campaña contramemorialista e insisten en que el trabajo era seguro, el trato bueno y que muchos presos optaron voluntariamente por quedarse en Cuelgamuros al ser liberados. ¿Dónde iban a ir, si la pena impuesta por los vencedores incluía el destierro de sus ciudades y pueblos de residencia, figuraba en certificados y células de identificación y favorecía que los franquistas y falangistas dueños de empresas y negocios los represaliaran, negándoles el trabajo? ¿Cómo iba a ser la faena segura, si muchos murieron por accidentes, decenas sufrieron mutilaciones y aplastamientos y otros muchos, cientos, enfermaron y gran parte murieron como consecuencia de la silicosis contraída por la inhalación de polvo de sílice y granito en suspensión?


Y finalmente, ¿cómo es que los piomoascesarvidales de turno tienen la desfachatez de vendernos esa imagen casi idílica de los campos de trabajo de presos insertos en batallones disciplinarios, cuando es notorio que allí eran maltratados, que los guardianes les golpeaban de continuo con vergajos, que trabajaban bajo la amenaza del sempiterno cañón de un fusil y que muchos de los fugados de los campos eran fusilados delante de sus compañeros tras ser capturados en represalia ejemplarizante?


Detalle muy ampliado de las fotografías anteriores. Dos hombres armados de fusiles vigilan a los presos, el de la derecha aparentemente guardia civil por el ancho tocado que luce en su cabeza. ¿En qué paraiso se hace preciso que haya guardianes armados para evitar fugas y forzar el rendimiento de los esclavos? Fotograma congelado procedente de "1939-1940 Vencedores y Vencidos. Los años del NODO".